Las alteraciones cutáneas también pueden estar vinculadas a enfermedades internas, por ejemplo, la diabetes conlleva a un incremento en la sequedad de la piel; de igual forma, las enfermedades renales generan este y otros problemas en la piel, como prurito generalizado.
Las particularidades de este tipo de piel son:
Es una piel muy fina, delicada y blanca, pues el estrato córneo es extremadamente delgado.
Tiene una apariencia cutánea frágil.
Es propensa a presentar deficiencia de grasa y humedad.
Sus vasos sanguíneos son más reactivos en comparación con una piel normal, lo que genera la aparición frecuente de cuperosis.
Es una piel tendiente a manchas, eritemas, prurito y tirantez.
Hay presencia prematura de arrugas.
RECOMENDACIONES
Evitar la radiación solar, usar protectores solares para piel sensible recomendados dermatológicamente, no usar productos de limpieza agresivos, seguir una adecuada rutina que elimine los rastros de maquillaje y contaminación ambiental sin irritar la piel y llevar una vida sana con una buena alimentación. Igualmente, consultar cualquier inquietud al dermatólogo, ya que existen productos recomendados dermatológicamente y no utilizar muchos productos a la vez para que se facilite identificar cualquier tipo de reacción o si es alérgico a alguna sustancia. Finalmente, una vez encontrado un producto que dé buenos resultados, no cambiarlo.
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